Phinbella-Cuando nos volvamos a ver Pt.1

No soy mucho un chico de fiestas, me encanta divertirme y si he ido a una que otra pero el día de hoy han querido que viniera porque hoy empieza la temporada de fiestas en la Universidad al igual que ha empezado una temporada de exámenes. Les dije a mis amigos que iria a la siguiente pero insistieron en que vieniera a esta me fastidiaron desde ayer y lograron convencerme. Para safarme de esta les dije que no tenía mascara porque es una masquerade pero ya tenían previsto esto y me entregaron un antifaz cubierto de diamantina negra, solo dijieron que me vistiera bien y ya.
Obte por usar un pantalón rasgado de mezclilla negra, una playera lisa blanca, un saco negro y mis viejos y confiables tennis. Nada muy exagerado ni producido pero no dice Bha hoy no quería venir. Me pongo la mascara, tomo mis llaves y cartera y salgo de mi habitación, me dirijo a la habitación de mi mejor amigo que esta a dos de la mía y salimos del edificio donde ya nos esperan en un coche el resto.
—Ves Flynn nada te costaba venir hoy—me dice uno de ellos.
—Sí, mañana es lunes tendre resaca y eso no es conveniente para mi examen de matemáticas a primera hora. De echo me propongo no tomar.
—Hay aja—dicen en manada.
—Tomaras y ya veremos como se te baja pero te prometo que llegaras bien a tu examen, lo prometo—me dice Mike mi mejor amigo.
—Más te vale—le digo con una sonrisa.
Sonrié y me da un puñetazo en el hombro, se lo devuelvo. <<Es una promesa>>

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—¡Oh por dios es tarde!
—¿Podrías callarte? hay personas que intentan estudiar—me dice mi compañera de habitación.
—Acch—ruedo los ojos—¿Segura qué no quieres ir a la fiesta amiga? Es la primera de la temporada.
—Mira cara bonita, que seas una chica popular no significa que seas amiga de todos por lo que no vuelvas a decirme "amiga". Segundo no solo empieza la estupida temporada de fiestas, los exámenes empiezan mañana y debo estudiar así que no, no quiero ir a tu tonta fiesta de descerebrados.
Suelto una risita.
—Ok, Daniela. Vaya eres de las pocas personas que al conocerme unos días ya me odian, algunas me odian desde que les doy el <<hola>> y no dudo que seas de esas. Pero lo que no sabes es que ahora me agradas más, por tu sinceridad—le sonrió.
Frunce el ceño.
—Me encantaría seguir discutiendo contigo pero se me hace tarde y de todas maneras algún día serás mi proyecto; eso significa que te producire y te llevare a una fiesta.
Me giro y sigo analizando que ponerme de la montaña de ropa que tengo en mi cama.
—Ah y por cierto, no vuelvas a decirme cara bonita. Si lo haces seguire llamandote amiga ¿Entendiste amiga?—rio internamente cuando suspira.
La he echo enfadar nuevamente. Me decido por un vestido plateado cubierto con muchas lentejuelas.
Es estrapples, sin mangas lo único que lo sostiene es mi busto. Me llega arriba de la rodilla y queda con mi antifaz. Mi antifaz es blanco con mucha diamantina que lo hace ver plateado, la parte superior esta cubierto de plumas blancas, lo escogí en el centro hace una semana cuando supe que iba a ser una masquerade. Ondule mi cabello y me puse labial rojo para resaltar, me coloco el antifaz con cuidado de no estropear mis pestañas perfectamente maquilladas, tomo mi bolso de mano color plateado donde ya estan mis cosas y salgo de mi edificio en donde ya me esperan mis amigas.
—Tarde como siempre—me dice Casandra, mi mejor amiga.
—Mejor tarde que nunca—sonrió y me subo a su lado, en el asiento del conductor—Que empieze la temporada de fiestas...—enciede el auto y avanzamos. Me asomo por la ventana y sigo—...¡Y qué empieze la fiesta! ¡La noche es larga!
Todas reimos.

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Mis amigos y yo hicimos una parada en la licorería. Así que llegamos un poco tarde a la fiesta. La fiesta es organizada por una de las fraternidades de los de tercero, aúnque seamos de primero nos reconocen al llegar a pesar de los antifacez. Se podría decir que petenezco a los populares aunque aún no se como. Saludo a mucha gente, irónicamente ponemos a nuestro amigo él que no toma a cuidar nuestro alcohol.
—Ok que empieze la fiesta—dice Mike.
Nos reparte vasos rojos y abre una Cahuama, nos la sirve y nos esparcimos por el lugar.
Mike me toma del brazo antes de que de el primer sorbo.
—Necesito tu ayuda amigo.
—¿De qué se trata?
Nada bueno puede salir de que Make quiera mi ayuda.
—Bueno hay una chica.
—Oh no.
—Hey tranquilo. Mira hay una chica, su nombre es Casandra me gusta desde primer semestre pero siempre esta con amigos.
—¿Casandra? creo que reconozco el nombre.
—Sí, mi informante.
—¿Informante?—Arqueo una ceja.
—Si, no es raro—dice convencido—Mi informante me ha dicho que al iniciar este semestre llego una chica. Me dicen que es guapa he—sonrié. Oh no—Es su mejor amiga, siempre estan juntas. No la conosco pero necesito que la distraigas con el encanto Flynn para poder hablar con Casandra.
—No quiero una novia ahora.
—Si, ya se. No desde la última vez pero solo necesito que hables con la chica. Vamos es guapa.
—Ni siquiera la conoces.
—Unos minutos, si no te agrada la dejas sola. Seguro sobrevive, porfavor amigo.
Esta muy insistente.
—Y te debere una.
Esta desesperado, normalmente no me suplica.
—Bien lo hare. Hablare con la amiga.
—Genial—sonrié. Toma mi brazo y me jala.
Llegamos frente a un par de chicas una de estatura mediana y vestido rojo con un antifaz rojo brillante, cabello castaño en una cola de caballo y a su lado una chica más alta (no más que yo, pero la diferencia es poca y más con tacones) Trae un vestido corto plateado, su busto es lo único que sostiene esa poca tela lo que lo convierte en algo llamativo. Sus piernas se ven resistentes y fuertes, los tacones plateados las alargan aún más de lo que son. Su antifaz es del color del vestido con plumas blancas sus pestañas resaltan a travéz de el. Su cabello es largo y oscuro cae en rizos por su espalda y sobre su pecho y sus labios rojos me gustan porque en verdad son carnosos. Sonrie. En este instante desearía haberme vestido mejor, Make se quedo corto cuando dijo que la chica era guapa es hermosa y eso que aún no he visto por completo su cara, incluso él la mira como idiota.

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Al llegar a la fraternidad saludamos a muchos, soy nueva en la escuela pero aún así ya conosco a varias personas. No me considero una chica popular pero Casandra dice que lo soy. En fin bajamos unas escaleras hasta una especie de sotáno, hay dos sofas, luces, música, chicos bailando, conversando y bebiendo, mesas con botanas y alcohol esto esta de lujo. Nos hemos separado del resto, y ahora conversamos en el centro del lugar abarrotado de gente.
—Si, claro—me rio luego de recordar algo tonto.
—¿Oye?—se pone seria. Es raro, más luego de la charla que llevabamos.
—¿Qué pasa?
—Necesito un favor.
Oh no.
—¿Debo hacer algo ilegal?—bromeo. Se ríe.
—Nada de eso. Esque hay una chico.
—Cielos, estamos en problemas.
—Calma, es una especie de amigo. Solo nos hemos comunicado por mensajes pero me ha dicho que quiere hablar conmigo en persona y bueno trae un amigo. Y...quería que te quedaras con su amigo.
—Casandra no. Sabes que una de mis reglas es nunca quedarme con el amigo, siempre es el feo.
—No, no, no. Es alguien guapo y popular, el semestre pasado trate de ligarmelo pero tenía novia.
—Wow, wow, wow. Para tu tren, otra de mis reglas es nunca salir con...
—Alguien con novia—me interrumpe—Lo sé. Pero descuida me contaron que ya no tiene novia además solo quiero que hables con él. Lo qué pase después es problema suyo. Por favor, ¿siiii?
Resoplo resignada.
—Bien.
—¡Gracias, gracias, gracias! Eres la mejor por eso te amo y eres mi mejor amiga.
—Me la debes.
—Claro.
A los minutos aparecen un par de chicos, ambos más altos que nosotras uno con antifaz azul camiseta negra y pantalón de mezclilla, él otro es pelirrojo trae pantalón entubado de mezclilla oscura, tennis, una playera blanca y saco negro remangado hasta los codos, es como de <<quize arreglarme pero después ya no>> me gusta ese estilo casual y sofisticado, a veces lo empleo. Su antifaz es lo contrario al mío, es de color negro brillante, sus ojos resaltan más son de un azul marino muy intensos, brillantes, lindos y ¿Familiares? Ok, el chico no es feo, es lindo. Bien es guapo, quizas no sea tan malo tener que quedarme con él y Umm vaya tiene un vaso lo que significa bebida gratis. Sonrió ante mi pensamiento.
—Hola—dicen al unisono el chico castaño y mi amiga. Se sonrien y se dan un beso en la mejilla.
El pelirrojo y yo solo nos miramos y miramos a nuestros amigos.
—Ella es mi mejor amiga—les dice Casandra.
—Hola—me dicen los chicos.
—Y él es mi mejor amigo—dice él.
—Bue-no—empieza Casandra—Nosotros vamos por haya a platicar. Los dejamos solos.
Sonrie y camina hacia donde apunto.

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Ok, estamos solos, nos miramos esto es incómodo.
Tomo iniciativa.
—Hola mi nombre es...
—Shh—me interrumpe asiendo ese ruido y poniendo un dedo en sus labios mientras cierra los ojos. Al abrirlos me llaman la atención, son grandes y muy azules parecen brillar, parecen inocentes, familiares...—Todas mis malas historias han empezado con un <<hola mi nombre es y el nombre del fulano>> así que aprovechando que nuestros amigos hicieron una mala presentación.
Arqueo una ceja.
—Ya sabes llegaron ya se conocian nos dijieron ella es mi amiga y él es mi amigo sha la la sha la la se sonrieron y nos abandonaron a ambos. No nos presentaron por nuestros nombres y fijate que no necesariamente tienes que estar conmigo pero en conclución no quiero saber tu nombre amigo—Me sonrié.
Todo su discurso me ha echo arquear una ceja pero al final sonrió.
—Eres una chica rara ¿Sabias?
—Siempre lo he sabido—me sonrié aún más—Todos lo saben.
Se da dos golpes con el puño en el pecho y extiende el brazo para mostrarme el signo de amor y paz.
¿Todos lo saben? ¿Es una de las populares? ¿La conocere?
—Mira no estoy obligado a estar contigo(miento) pero si estoy obligado a estar en esta fiesta así que sería bueno poder platicar con alguien ¿Quieres ser ese alguien? ¿O consigo a alguien más?
—Umm—pone un dedo en sus labios, se da unos toquesitos—¿Tienes algo de beber? Mis amigas y yo acabamos de llegar y mi organismo no tiene ni una gota de alcohol.
Mira mi vaso rojo con deseo y luego me mira a mi.
—Toma—se lo extiendo.
—Gracias amigo, eres genial. ¿Qué es?
—Cerveza oscura.
—Umm para empezar no esta mal.
Inclina la cabeza hacia atrás y se empina el vaso. Se bebe todo el contenido de un sorbo, me entriega el vaso vacío.
—Wow—exclamo. Esta chica es genial.
—Vamos pelirrojo. Hay que conseguir más alcohol.
Empieza a caminar y la sigo. Llegamos a la mesa de las bebidas y botanas.
Toma dos vasos, me da uno y se queda con el otro.
Me oigo a mí mismo diciendo que no iba a tomar. Ja que ingenuo.
No me quedo atrás, me inclino y me bebo toda la cerveza del vaso de un trago.
—Ahh—me limpio la boca con el antebrazo.
—Umm, no empieces a jugar conmigo yo nunca pierdo.
—Eso veremos.
Sonrie.
Tomo otro vaso, ella come una papa con salsa y bebe un trago.
—Y...¿Por qué dices qué estas obligado a estar en esta fiesta?
—Pues, sonara muy soso pero hubiera preferido quedarme en mi habitación a estudiar para mi examén de mañana.
—¿Examén de qué?—pregunta como si nada. Como si no le hubiera dicho que prefiero estudiar a una fiesta.
—Matemáticas a primera hora.
—Oh, estas en problemas amigo. A menos que la resaca de una loca fiesta te haga más inteligente.
Me río por el comentario
—No, no pasa. Lo he intentado y creeme no funciona.
—¿Así qué asistes a muchas fiestas?
—No realmente, a una que otra y solo las que tienen potencial. Como la primera de la temporada.
—Si, se ve que tiene potencial—toma otro trago.
—¿Y tu?
—Pues si voy a muchas, pero si no se pone interezante me largo en busca de algo mejor.
—Creo que tomare tu técnica.
—Espero que lo hagas, funciona. Te diviertes más.
—Lo hare.
—Pero es la primera fiesta a la que asisto en esta Universidad.
—¿Cómo? ¿Eres nueva?
—Sí, estudie mi primer semestre en una Universidad privada vivia con mi madre pero ella quizo que me independizara así que espere a que acabara el semestre y empezara este y me vine a la Universidad en la que me aceptaron.
—¿En qué edificio estas?
—Es secreto.
—¿Por qué tanto misterio?
—Me gusta el misterio.
Se acerca a mí, por un momento creo que me besara pero luego veo que quiere alcanzar los nachos que están a mi lado. Oh esta chica es tremendamente seductora incluso sin pretenderlo.
Me acabo el vaso. Ella hace lo mismo.
—¿Un fondo con tequila?—me propone apuntando su cabeza a una botella sin abrir.
Me lo pienso, mi cabeza me reclamara mañana más cuando quiera pensar respuestas para el examen pero que más da.
—De acuerdo.
Abro la botella ella sostiene dos vasitos de shot y sirvo el contenido, dejo de lado la botella y la miro a los ojos.
—Y tu pelirrojo ¿En qué edificio vives?
—Es secreto.
Me rio. Frunce el ceño.
—Bien jugado.
—La verdad quiero que me encuentres si así lo desearas. Vivo en el edificio Jota.
—Alto—pone su dedo en mis labios—Si te dejo continuar, me diras si es el Jota este u oeste y terminaras diciendo el piso y el número de tu habitación y no quiero eso. Pero para que no digas que soy tan misteriosa Yo vivo en el edificio A.
—Umm me conformo señorita. ¿Ahora quieres brindar por algo?
—Por que esta noche sea inolvidable.
—Bien, brindo por una noche inolvidable.
Ambos levantamos nuestros shots inclinamos la cabeza y bebemos. El líquido quema mi garganta pero el efecto pasa de inmediato.
—¿Y siempre has vivido en esta ciudad?
—No, de echo yo nací en...
—Hey decirme de donde vienes ¿No es demasiada información?—me burlo de ella.
—Pensaba darte un mínimo de mi información, mi edificio, mi nombre e incluso un beso pero te lo perdiste pelirrojo.
Ahora ella sonrié.
—No, espera—sea verdad o no me intereza lo último.
Suelta una risita.
—Bromeaba, no voy a besarte.
—Y yo no quería que lo hicieras (miento) me referia a que quería que me contaras más de tí.
—Quiero jugar.
—¿Jugar?—arqueo una ceja.
—Yo nunca, nunca. Consiste en...
—Conosco la dinámica del juego.
El juego consiste en que digas <<Yo nunca, nunca he...>>y dices algo que nunca hayas echo, si los demás lo han echo beben un shot. Es un juego popular en las fiestas, el objetivo es embriagarte con más fácilidad y rápidez.
—¿Qué dices?
—Jugare contigo si bailas conmigo.
La música ya ha cambiado es más movida comparada con la que estaba cuando llegamos incluso debemos hablar más fuerte.
—Creo que necesito estar más tomada para eso. Vamos juguemos.

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No se porque insisto tanto. Pero realmente quiero jugar, quiero conocerlo más pero sin preguntar y bueno realmente no lo quiero conocer a fondo. No quiero saber quien es, no quiero enamorarme una vez más ni de él ni de nadie. Quiero embriagarme hasta perder el conocimiento quiero besarlo, tener nuevamente unos labios sobre los míos y después ya no seguir una historia con él. Solo quiero un momento y no empezar otra historia, solo olvidarme de todo por un rato. Hace meses que no hablo tanto tiempo con un chico, no desde mi última relación aquella que destruyo mi corazón y en cierta forma a mí. Mentí respecto a porque me cambie de escuela. Pero ok, bailar con este chico no me hara daño.
—Bien, bailemos. Pero hasta que empieze la otra.
Sonrié. Me tomo otros dos shot de tequila al igual que él y la canción cambia.
Me extiende su mano, la tomo y me lleva al centro de la sala.
Nos empezamos a mover al ritmo de la música, pone sus manos en mi cintura y yo rodeo su cuello. Miro sus ojos son tan lindos ¿Por qué siento que los conosco? Tengo ganas, verdaderas ganas de preguntar su nombre pero no lo hare.
La música y el alcohol me hacen actuar de forma sensual, bajo mi cuerpo hasta topar con suelo y subo lentamente. Se acerca a mí inclinando la cabeza (quiere besarme) ha, ha, que ni crea. Será cuando yo quiera y tal vez ni eso.
Mientras muevo la cadera ladeo la cabeza esquivando sus labios. Lo nota.

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Me ha rechazado. Pocas son las chicas que me gustan y desde mi última relación no he querido nada con nadie hasta ahora. Que me haya rechazado un beso me hace desear más un beso de su parte.
Tiene la cabeza ladeada, aprovecho para poner mi cabeza entra la curvatura de su cuello y la oreja. Le lanzo mi aliento.

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Es una sensación cálida la que siento al tener su respiración sobre mi cuello, huele a distintos tipos de alcohol pero es cálida. Cierro los ojos, no, no, no. Me alejo de él dando unos pasos hacia atrás aún con mis manos en su cuello. Se da cuenta de que quiero escapar y toma mis muñecas, lentamente las recorre hasta llegar a mis manos me jala para acercarme levanta mis brazos sus dedos están entrelazados con los míos muevo todo mi cuerpo al ritmo de la música, él tambien. Vamos bajando los brazos lentamente estoy a una distancia considerable pero me voy acercando nuevamente. Me da una vuelta y cuando me regresa toma mi espalda con una mano mientras aún sostiene mi mano. Será mejor que me aparte, camino lejos pero siento un tirón no me ha soltado, levanta una ceja y sonrie de forma seductora él muy idiota. Me jala hacia él con fuerza casi pierdo el equilibrio ahora estoy tan cerca de él, he colocado un mano en su hombro siento su respiración en mi cara  me acerco y me alejo de inmediato. Jaja es tan gracioso ver su cara, se acerca a mí y termina la canción. No suelto su mano lo jalo hacia la mesa y tomo una botella y dos vasitos
—Dije que bailaria contigo si jugabas conmigo. Bueno ya baile ahora jugaras.
—Bien. Primero las damas.
—Ok—sirvo a ambos vasos—Yo nunca, nunca he tenido novia.
Frunce el ceño y sonrie.
—Que original—dice irónico y se beve todo. Le sirvo una vez más.
—Yo nunca, nunca he tenido novio—sonrie de nuevo.
—Que copión eres.
—No, yo lo dije diferente.
Ahora yo bebo.
—Yo nunca, nunca he sido pelirroja.
—Ja, ja—hace una mueca. Bebe.
—Yo nunca, nunca he sido pelinegro.
Bebo.
—Yo nunca, nunca he cometido un delito.
—Pense que si.
—Pues no, he echo tonterías y estupideses pero nada grave.
—Yo igual, así que ninguno tomara.
—Bien yo nunca, nunca he reprobado un examen de matemáticas.
Me mira esperando a que beba, al no hacerlo levanta una ceja.
—¿Qué?—pregunto claramente ofendida—No he reprobado nunca un examen de mate. El echo de que me gusten las fiestas no quiere decir que sea una tonta, no he llegado a la Universidad solo por milagro.
—Una cara bonita que piensa.
Resoplo. ¿Por qué siempre tienen que usar eso conmigo?
—Vuelve a decirme así y te soltare un puñetazo.
—En ti suena tan intimidante y atractivo ¿Cómo lo haces?
—Encanto natural supongo—me encojo de hombros.

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Pasan quiza tres horas, jugamos como media hora en la que obviamente bebimos mucho, bailamos un rato, comimos botanas. Le di del Vodka que compramos mis amigos y yo, supe que es su bebida favorita y ahora mismo estamos en un balcón tomando aire y platicando.
—Así que el rosa es tu color favorito—digo.
—Si, ¿por qué te sorprende?
—Pues no lo sé. Supongo tienes un lado algo rudo pero en el fondo debes ser una chica dulce.
—Soy multifacetica—se rie.
—Suenas totalmente ebria después de tantos shots.
—Tu no suenas totalmente sobrio.
Ambos reimos.
—Hay amiguito eres divertido.
—Tu también amiguita.
Sonrie.
—¿Por qué no quisiste saber mi nombre?
—Es complicado, rompieron mi corazón y no quisiera que lo volvieran a hacer. Es una mascared no conosco tu cara, puedo divertirme contigo y mañana se acabo el echizo.
—Me haces sentir como la cenicienta.
—Jaja no creo que te queden los tacones.
—¿Cómo sabes?
—Jaja.
Su vaso que estaba en el varandal se cae. Nos asomamos y vemos como le cae a un chico que esta en el jardín, todo el contenido se vierte sobre él y grita. Nos ocultamos de inmediato corriendo al umbral de una ventana y reimos. Paramos cuando notamos nuestra cercanía.
Su rostro esta a centimetros del mío Sus ojos brillan y los veo aún más azules, profundos, entre abre sus labios al igual que yo. La deseo.
No lo resistimos, no se quien toma iniciativa o quizas lo hacemos al mismo tiempo pero cuando menos lo espero ya nos estamos besando.
Sus labios son suaves, pequeños pero carnosos y nada timidos. Me besa con experiencia con pasión sin frenarse.

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¿Me beso o lo bese? Da igual es algo que ambos deseamos. Me gusta el sabor de sus labios, se acoplan a los míos. Me muerde de forma sexy el labio y meto mi lengua en su boca, con calma explorando encuentro la suya juguetea con la mía. Aprieta mi cabello con fuerza entre sus dedos y mi cintura con una mano. Yo su hombro y su cuello. Me empuja a la barandilla me siento en el borde, no debería confiar en que lo único que me sostenga sean los brazos de un chico ebrio, rodeo su cintura con mis piernas.
Si caigo caemos los dos. Sonrie, lo siento en mis labios. La respiración de ambos se acelera, jalo su cabello con fuerza y me besa con más intencidad. Su mano baja hasta mi pierna, algo tímida como pidiendo permiso se lo permito.
Recuerdo lo que dijimos en nuestro brindis.
«Por una noche inolvidable» Vaya que lo será si comienza así
He vuelto a caer en manos de un idiota pero no me importa, como dije, mañana el echizo habra terminado.


Continuara...